Un Miedo, una Herida y una Preocupación.
Y ahí estaba yo, encerrada en ese cuarto, apenas sin luz. Deseaba con todo el alma, escapar hacia otro lugar, pero no podía hacerlo, porque me había comprometido con algo y quería cumplir mi promesa.El silencio era sepulcral. La temperatura, más fría que de costumbre, y el olor de la habitación, era tremendamente conocido.Mi incomodidad …