Conecta con la vida. No desconectes para pensar de más. Haz contacto mientras disfrutas. Sal del sueño y entrégate al despertar.
¿O prefieres conectar sólo con tu pensamiento?
Porque la vida es mucho más.
¿Cuándo fue la última vez que te permitiste disfrutar, mientras veías volar a una mariposa?
¿Crees a caso, que la mariposa cuando vuela, lo hace preocupada, ansiosa o atormentada?
¿Qué te hace conectar y desconectar de la vida?
¿Cuándo dejas que tu mente te guíe, y cuándo eres tú, sin mente?
Imagina que fueses tú la mariposa. La que vuela entre jardines, mientras se deleita de los aromas y de los colores de las flores. Hace un día espléndido. El Sol brilla con toda su fuerza. Sin embargo, de repente, una densa nube se cierne sobre el jardín que tú transitas. Aún así, sigues disfrutando del paisaje y de las flores. Hasta que sientes, como pequeñas gotas de agua, golpean tus delicadas alas. En ese momento, decides ponerte a buen resguardo. Nunca te has llevado demasiado bien con el agua de la lluvia, aunque entiendas que es precisamente, ese agua, el que da la vida a esos jardines por los que tú paseas.
No obstante, ya sabes que tienes que resguardarte, para no estropear tus frágiles alas. Así que eliges cómo escondite cubierto, unas espesas hojas de un viejo árbol. Para descansar allí, pacientemente, mientras pasa la tormenta. Y a pesar de que hayas tenido que frenar tu vuelo, y ya no puedas saborear todo lo que un recargado jardín, le proporciona a tus sentidos. También sabes disfrutar en la quietud de tu calma.
Porque mientras esperas a que amaine el temporal, te contentas, con poder observar los cambios que acarrea la rabiosa tormenta. Sientes el descenso de la temperatura, el penetrar de la humedad, así como una luz más apagada, porque el sol se cubrió. Asimismo, conoces a nuevas mariposas, que como tú, también se han tenido que resguardar, dejándote entonces embelesar, por todo el ajetreo animado, de ese frondoso jardín.
Conecta con la vida y no desconectes para salir de ella.
¿Crees que mientras amaine la tormenta y vuelva a salir el sol, la mariposa seguirá conectada con la vida, o por el contrario se conectará con tu preocupación?
Porque es curioso, cuándo percibes a una mariposa, y cuándo ni si quiera la ves pasar, aunque esté. La percibes cuando te conectas a la vida. Cuando vives en el aquí y en el ahora. Cuando desconectas de tus pensamientos y te entregas al observar, mientras eres, sin pensar. Porque mientras estás pensando, la mariposa puede pasar revoloteando sobre tu cabeza, aunque puede que tus ojos no sean conscientes de su presencia. Y cuando la ves, vuelves a dejar de pensar, para conectar.
¿Son las mariposas conscientes de nuestra presencia?
¿Nos percibirán como mentes pensantes o como seres que están?
¿Quién es el sueño de quién?
¿O quién despierta a quién, la mariposa a ti, o tú a la mariposa?
Conecta con la vida. No desconectes para pensar de más. Los pensamientos te abstraen de lo que está pasando. Y lo que está pasando, eres tú por la vida. No te la pierdas. Distraerte con tus preocupaciones, tus culpas o tus lamentaciones, no te permitirán observar el vuelo de una mariposa y disfrutar con ella. Cómo tampoco le permitirán a ella, disfrutar de tu caminar.
Caminas libre, cuando conectas con la vida. Y no hace falta que te encuentres con una mariposa. Hay un sin fin de actividades que te hacen conectar con la vida, como muchas más, que te hacen descontar de ella. La vida pasa, y tú pasas a través de ella. Puedes pasar conectado, o desconectado. Puedes vivir la vida o pasar por ella, sin vivir en absoluto.
¿Y tú, qué eliges?
¿Conectar o desconectar?
Me ha encantado este blog!!! Que buena analogía con la mariposa. Muchas gracias Lau por aportarnos tanto 😀
Muchas Gracias Kike!!?♥️. Tus palabras significan mucho. Gracias por tu feedback y por el maravilloso trabajo que haces día tras día ??