¿Estás conforme con lo que recibes de los demás?
¿O por el contrario, piensas que te mereces mucho más?
¿Tal vez, menos?
El Universo es Equilibrio. Y la Armonía es necesaria para que todo funcione.
Bert Hellinger, teólogo y espiritualista alemán, papá de las Constelaciones Familiares. Ya nos hablaba, de la importancia de Las Leyes Sistémicas o también conocidas, como Órdenes del Amor, en todas nuestras relaciones.
Una de estas leyes, es la Ley del Equilibrio entre el Dar y el Recibir. Esta frase, creo que puede resumir a la perfección, uno de los principios fundamentales, para cualquiera de tus relaciones:
«Pide lo que necesites y no des más, de lo que puedas(quieras) dar».
Siempre he pensado que lo Verdadero es Simple. Y el contenido, como la intención de estas palabras, me parece muy claro, a la par que certero. Piensa en todas tus relaciones, tanto en las más cercanas, como en las que no lo son tanto. Me atrevo a decir, que si te decidieras a cuantificarlas, son muchas. Por ello, creo que es importantísimo que puedas encontrar el Equilibrio en todas ellas.
¿Lo que Recibes de tu entorno, es proporcional a lo que les Das?
¿Y lo que le Das a tu pareja, padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, vecinos…es proporcional a lo que ellos te Dan?
Como antes apuntaba, son muchos los encuentros y aún más las relaciones, que establecemos de esos encuentros. Podríamos decir a grandes rasgos, que existen tres tipos de personas, si los clasificamos, según esta Ley del Equilibrio entre el Dar y el Recibir. En primer lugar, se encuentran los que prefieren Dar. En segundo lugar, los que sólo piensan en Recibir. Y por último, los que con gran acierto, ya encontraron el Equilibrio, o dicho de otra forma, que lo que Dan y Reciben, es proporcional a lo que Reciben y por tanto Dan.
¿Con quién te identificas tú?
Si eres de los que Das más de la cuenta a los demás, ya sabes a quién se lo quitas, a ti mismo. Ahí ya rompiste el equilibrio natural. Además que no todos están dispuestos o necesitan Recibir, eso que tanto les quieres Dar. Puede que tus buenas intenciones, no sean bien Recibidas, creando además, malos entendidos. Así que tendrás que reaprender a Dar.
Cuando se Da, se hace desde el corazón. Porque te sale y no porque te han dicho o contado que es mejor así. Tampoco debes Dar, porque quieras que te tengan en cuenta. Das porque quieres hacerlo y no porque debes hacerlo. No es oportuno Dar, pensando, que eso te puede hacer Recibir más. Nos obstante, si Das con la intención de Recibir, lo que Recibirás, no te gustará.
Tal vez seas de los que prefieras Recibir, y en base a lo que te aporten los demás, ya les Darás. Esta es de las peores técnicas en el arte del Dar y el Recibir. No puedes esperar a Recibir para Dar. Ya que el Recibir, es el efecto o la consecuencia del Dar y no la Causa. Si te saltas el primero de los pasos, Dar, convirtiéndolo en efecto y no en causa. El proceso no se invertirá y además, lo dejarás incompleto.
Y por último, si eres de los que Das, lo que quieres Dar, porque te sale del corazón y no porque creas que debes hacerlo, te felicito. Seguro que lo que Recibes, supera con creces tus expectativas.
Sin embargo, para que todo esto funcione y se establezca el equilibrio, también debes tener en cuenta, que hay veces, que si no pides lo que necesitas, no lo Recibirás. Quizás creas que no te lo mereces, o que los demás deberían saber lo que necesitas. ¡Grave error!. Ya que los demás, muchas veces no saben ni lo que ellos necesitan, como para saber lo que necesitas tú. Así que hazte oír y pide. El pensar que tampoco te lo mereces, como para pedirlo. Ya te hace negártelo, porque eres tú, quién lo rechazas inconscientemente. El Creer es Crear y si crees que no te lo mereces, no lo podrás Crear.
¿Y por qué el Dar es Crear?
Entre otras cosas, porque cuando Das, estás creando lo que Recibirás. Además, el Dar conecta activamente a las personas entre sí. Creando un vínculo de pertenencia. Porque para Dar, se necesita a alguien más que lo Reciba. Y entonces, el que lo Recibe, comenzará a Dar. Un bucle hermoso de correspondencia y reciprocidad. Por eso el Dar, también es Crear. Porque Crea Bienestar y Felicidad, tanto al que Da, como al que Recibe.
¿Encontraste tu Equilibrio entre el Dar y el Recibir?