¿Cuánto hace que no tomas distancia para ver mejor?

¿Y para hacerlo mejor?

Aunque pueda parecer contradictorio, alejarse o tomar distancia de la rutina diaria para ver mejor, incluso para hacerlo mejor, es imprescindible, si queremos ser más eficientes y productivos. Las personas más eficaces poseen un gran sentido del equilibrio y de la armonía en sus vidas. Están tan familiarizadas con sus propios ritmos vitales, que saben cuándo deben retirarse a tiempo, o tomar distancia, para así descansar su mente, de las interferencias de su vida diaria.

En este proceso de tomar distancia, comienzas a verlo todo con una nueva perspectiva. Y es que para eso te alejas, para ver mejor. De cerca y absorto en la tarea, se te pueden escapar infinidad de detalles, que sólo los lograrás percibir desde la distancia y el desapego. 

Que te mantengas pegado a las cosas, no significa que seas mejor o más eficaz. Si no por el contrario, significa que existe alguna razón, que te impide soltarte de ellas. Quizás simplemente temes perder, parte de lo que crees que es tu soporte o bastón. Sin embargo, sería interesante que intentaras, por una vez, caminar por ti solo, sin ese apoyo. Porque cuando descubras, que eres tú, tu mejor apoyo, ya no volverás a necesitar ese bastón.

Sólo si conseguimos ver mejor, desde la distancia y de una manera más clara y armónica. Podremos lograr que nuestras acciones, también sean más eficaces. Así mismo, si mejoramos nuestros comportamientos, también mejorarán nuestros resultados. La rutina también puede nublar tu mente. Y de vez en cuando es totalmente recomendable, descargarla. Disipar cualquier nube que te impida ver el sol.

El equilibrio siempre lo encontrarás, ni muy cerca, ni muy lejos. Es decir, que si estás pegado a las cosas, esto puede ser, a tu trabajo, a tu familia, a tu pareja, a tus amigos o incluso, a tus bienes materiales. No encontrarás ese equilibrio. Tampoco lo encontrarás si te alejas del todo, para no volver, ya que puedes quedarte sin nada. En el punto medio está la virtud, como afirmaba Aristóteles. Y es que tu punto medio, no tiene porque ser el mio. Cada uno posee su propia referencia de equilibrio. Es ahí, donde encuentra la Armonía el Universo. Todos no cabemos en un mismo punto, somos muchos. Por eso cada uno, tiene el suyo propio.

«Aléjate de vez en cuando, relájate un poco, porque cuando regreses a tu trabajo, tu juicio, será más certero. Puesto que si siempre trabajas, perderás el discernimiento.
Aléjate porque el trabajo parecerá menos. En un instante, tu perspectiva será mayor, y la falta de armonía y de proporción, será mejor percibida».

(Leonardo da Vinci)

Cuando miras durante mucho tiempo a un mismo punto. Te costará diferenciar entre el punto y tú. En cambio, si lo dejas de mirar, para volver a mirarlo, tiempo después y desde la distancia. Te parecerá mucho más pequeño, la segunda vez que lo mires. ¡Haz la prueba!. 

La distancia además de darte una mejor y más clara perspectiva, propiciará que eso, de lo que te alejas, parezca mucho más pequeño y menos costoso, para poder gestionarlo. Si sientes que ya no eres capaz de juzgar con el suficiente equilibrio o armonía, ha llegado el momento, de alejarse de la situación.

¿Tomas distancia, entonces, para ver mejor y hacerlo mejor? 

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