Energía que vibra, la que tú vibras.
Te comparto este vídeo, en el que hablo muy por encima de la energía y de su poder.
Cómo es un tema que da para mucho, porque como no me cansaré de repetir, todo es energía en movimiento. Hoy me gustaría hablar de esa energía que rodea nuestros cuerpos. Recibe el nombre de CUERPO MENTAL. Y es la energía o campo electromagnético que rodea nuestro cuerpo físico. Recibe este nombre, en primer lugar, porque rodea el cuerpo y en segundo lugar, porque se nutre de los pensamientos conscientes e inconscientes que se generan en nuestro interior. Dependiendo de lo que estés pensando o «vibrando», esa energía será de una frecuencia más elevada o más bajita. Energía que vibra, la que tú vibras.
Está energía es captada por el resto de seres vivos que cohabitan en nuestro entorno. Cada cosa y cada Ser posee su propio campo electromagnético. Una roca, una planta, un animal, o incluso los objetos cotidianos con los que convivimos, también tienen una energía que les rodea. Entre mezclándose los campos de unos, con las energías de los otros.
¿Qué función tiene el CUERPO MENTAL, además que rodear nuestro cuerpo físico?
Una de las cualidades principales de la energía, es que posee información. Por tanto el campo electromagnético que nos rodea, además de estar repleto de contenido, recibe información del plano espiritual, e intenta integrarlo con nuestra razón. Es decir, que la función principal de nuestro CUERPO MENTAL, es hacer que tanto nuestra mente racional, como nuestra mente intuitiva, trabajen en equipo con esa energía que vibra, como si fueran una sola. Podríamos decir entonces, que «la energía que vibra, la que tú vibras, también vibra con la de tu entorno.
¿Qué pasa si somos extremadamente racionales?
Pues en realidad, no pasa nada malo. Lo único que sucede es que percibimos nuestro entorno, sólo a través de nuestros sentidos, sin tener en cuenta, toda la información que se esconde, entre la energía que nos rodea. Cuando nos enfocamos sólo en la razón, tendemos a analizar, a discriminar, y sacar conclusiones en base a lo que percibimos. Y para percibir, se necesita interpretar. Algunas de las percepciones que realicemos a través de nuestra razón, pueden ser las correctas, sin embargo otras, como nos falta parte de esa información, ya que esta se encuentra en nuestra energía, no lo serán tanto.
¿Qué afecta a nuestro CUERPO MENTAL?
Los pensamientos negativos y por tanto, las emociones generadas a través de estos pensamientos, dañan tremendamente nuestro CUERPO MENTAL. Por eso es primordial hacer un trabajo interno para eliminar heridas pasadas y no crear sentimientos destructivos que dañen nuestro campo electromagnético y con él, a nuestra intuición, o a esa energía que vibra, la que tú vibras.
Los síntomas principales, de que la energía que nos rodea, se está deteriorando, es que la mente se vuelve torpe y lenta. Se produce cierta confusión mental, y se experimenta la tendencia a tener pensamientos negativos.
Aunque nuestro Ser, siempre está ahí para advertirnos que no vamos por el mejor de los caminos. Aún así, siempre nos manda señales que no siempre somos capaces de interpretar.
Algunas de las conductas que bloquean nuestra conexión con el plano espiritual, dándole mayor poder al ego son:
– Adicciones / Lujuria
– Ira / Rabia / Venganza
– Codicia / Avaricia
– Envidia / Celos
– Glotonería / Desperdicio
– Pereza / Desánimo
– Orgullo / Excesiva o baja Autoestima
¿Y qué necesita o cuáles son las necesidades de tu CUERPO MENTAL?
Son seis las necesidades básicas de tu CUERPO MENTAL.
1. LA VERDAD. Entendiendo como tal, a ser sincero contigo mismo y con los demás. Es muy probable, que si no eres capaz de ser sincero contigo, tampoco puedas practicar tu sinceridad con la gente de tu entorno. Y es que la verdad, es uno de los caminos más rápidos, que te conducen hacia tu liberación. La justicia, es una de las cualidades de la verdad. Y si eres justo contigo, te será mucho más fácil serlo con los demás. No mientas, ni te mientas. Porque de lo que das, recibes y recibir mentiras, no te acercará a la verdad.
2. LA INDIVIDUALIDAD. O lo que es lo mismo, ser tú mismo y estar orgulloso de tu originalidad. Dejarse llevar «por el qué dirán o por lo que pensarán» los demás, no te permite ser libre, porque no te permite ser tú. Y es que en realidad, no puedes cambiar lo que los demás piensan de ti. En cambio, lo que sí puedes cambiar, es lo que tú piensas de eso. Todas tus partes son las que enriquecen a tu conjunto. Las rotas, las reparadas, las que más te enorgullecen, las que menos. Todo eso, eres tú. Así que no ocultes lo que eres, bajo lo que aparentas ser.
3. EL RESPETO. ¿Te molesta que no te respeten o que te falten al respeto?. ¿Y tú respetas?. La libertad de uno, acaba dónde empieza la del otro. El respeto es fundamental para que todos podamos convivir en armonía. Si no respetas, tampoco lo harán contigo. Las faltas de respeto o el no respetar, no sólo desatan la ira y la rabia del que no ha sido respetado, si no también, su sed de venganza. Por ejemplo, si insultas a alguien, es muy posible que ese insulto te venga de vuelta. Absolutamente todo el mundo, tiene el derecho y el deber, de poder ser respetado y de respetar.
4. LA SEGURIDAD. Muchos relacionan la seguridad con tener una holgada cuenta en el banco, un trabajo fijo, una bonita casa…sin embargo, esto no es más que una falsa sensación de seguridad. Lo material, aunque así te lo parezca, no te da seguridad. En realidad te la quita, y más si temes perderlo. El tener no te hace estar seguro. Ni si quiera te hace Ser. Porque tú no eres lo que tienes. Sólo tienes, lo que crees que eres. Porque la verdadera seguridad se consigue, cuando sientes la certeza, de que no tienes nada que temer.
5. LA INTEGRIDAD O LA HONRADEZ. La honradez es la cualidad del decente, del decoroso y del razonable, según la etimología. En cambio la integridad, habla etimológicamente, de la pureza, de lo virginal de la robustez. De aquello que no ha sido tocado por ningún mal. Es decir que habla del bien y de la bondad. Del amor puro y sincero, sin intenciones contaminadas. De ser honesto contigo y con los demás. En tu integridad, encontrarás la paz. En la corrupción, tu intranquilidad.
6. RAZÓN DE SER. Encontrar tu camino de vida o propósito, es muy importante. La falta de una razón de ser, puede acabar con tu energía. Porque como ya he mencionado en más de una ocasión: Es tu motivación la que enciende tu energía. Encontrar un motivo evidente por el qué estar vivo, es fundamental para seguir vivo. Las ganas de vivir o las ganas por las cuales vives, no las puedes comprar en ninguna tienda. Las tienes o no las tienes. Siempre existen razones por las que vivir y por las que estar agradecidos. El querer Vivir, ya es una buena razón.
¿Dirías que tienes cubiertas estas necesidades?
Si es así, tu CUERPO MENTAL y tu energía fluirán a pleno rendimiento. Te será muy fácil conectar con el plano espiritual. Y gozarás de toda la información, sin que se pierda entre percepciones. Aunque tampoco pretendas ser perfecto. Sí feliz. Permítete equivocarte de vez en cuando, no pasa nada, mientras aprendas la lección.
Acepta la verdad y tu verdad. Abraza tu individualidad. Respeta siempre, para que te respeten. Siente la seguridad de que no tienes nada que temer. Se íntegro y honrado, fiel a ti mismo. Esta es tu razón de Ser. Esto eres tú. Energía que vibra, la que tú vibras.