Para Amar no se necesita comprender. Porque Amar, es aceptar al otro, aunque no se le comprenda.

¿Amas con el corazón o con la cabeza?

¿Intentas cambiar a las personas?

Intentar cambiar a las personas, es amar con la cabeza. No aceptar ni aprobar sus opiniones, no te permite amarlas del todo. Quizás pienses, que si opinaran como tú, te sería más fácil amarlas, o que las amarías más. De hecho, lo más probable es que si quieres que cambien, es porque entiendes, que si pensasen como tú, podrían ser más felices. Sin embargo como tu eliges tus pensamientos y tus creencias, los demás también eligen los suyos. Cada uno es libre en sus elecciones y decisiones. Nadie posee la verdad al completo, la verdad, siempre se completa, con la realidad de todos. 

El corazón no intenta cambiar a nadie, el corazón ama y acepta. En cambio la cabeza, como tiene la costumbre de andar pensando todo el día, y de comprender todo lo que ocurre a su alrededor. Hay veces que se despista y entre tanto pensamiento, le parece que sería mejor que todas las personas, pensasen lo mismo que ella. Y es que para Amar no se necesita comprender. Porque el acto de amar está libre de comprensión. 

Imagina, que como por arte de magia, consiguieras cambiar la opinión de todos aquellos, que no piensan como tú. Convirtiéndote en el mejor manipulador. Hacer esto, 

¿En qué repercutiría en tu vida?

¿Qué conseguirías con ello, además de salirte con la tuya?

¿Cambiaría mucho tu vida?

Cuando alguien decide tomar una decisión o dar una opinión, es porque cree que es la mejor decisión que puede tomar, o la mejor opinión que puede dar. Está convencido de ello. Es su verdad. Como cuando tú lo haces. 

¿Por qué entonces, intentas cambiar la manera de pensar de los demás?

¿Te gusta que los demás, lo hagan contigo?

Para Amar no se necesita comprender, porque si dejases de amar con lo cabeza y lo hicieras con el corazón, amarías a las personas tal y como son, sin necesidad de comprenderlas. Siempre podrás dar tu opinión y exponer tu verdad, si ellos quieren recibirla. Sin embargo, lo que no debes hacer, es forzar a las personas para que cambien de parecer, porque eso no es amarlas, si no intentar manipularlas.

En mi caso particular, he tenido que trabajarme muchas veces, esto de amar con el corazón y no con la cabeza. Y la mayor Maestra Zen que he podido tener, para integrarlo, ha sido «Coki», «mi linda gatita». Amo a todos lo animales, aunque a los gatos les tengo un cariño especial. Al principio, les tenía respeto, incluso algo de miedo. Ahora en cambio, y desde que aprendí a amarlos con el corazón y no con la cabeza, adoro todos sus comportamientos, hasta sus más astutos zarpazos.

Cuando Coki llegó a mi vida, para hacerme una mejor persona, no la aceptaba del todo. De hecho en muchas ocasiones, intenté cambiar muchos de sus comportamientos en vano y sin ningún acierto. Me frustraba, me enfadaba y en más de en una ocasión, pensé en renunciar a su compañía. Pero con el tiempo, su carismática personalidad, me hizo empezar a quererla con el corazón y no la cabeza. Ahora amo todos y cada uno de sus zarpazos trasnochados. Entendiendo que para ella, su espacio vital, es fundamental para su bienestar. Y si intento invadirlo sin pedirla permiso, sufriré probablemente, dolorosas consecuencias. Y es que para amar no se necesita comprender, lo que se necesita, es aceptar.

Ya sé que la gente no es como los gatos, aunque mucha gente, se parece más, de lo que cree. Lo que sí que tenemos en común con ellos, es la necesidad de preservar nuestro propio espacio vital. Y cuando nos lo invaden, sin avisar, es posible que también propiciemos algún que otro zarpazo.

Respeta el espacio de cada uno. Así como sus opiniones y sus creencias. Amar a la gente, es aceptar a la gente, independientemente de cómo piense. 

Seguro que has oído hablar de la Ley de Causa y Efecto o de Acción-Reacción. Una de las leyes más importantes en el Universo. Básicamente, sin ahondar demasiado en ella, lo que quiere decir, es que según esta Ley, «Recoges lo que siembras.» Y es que lo verdadero, siempre es simple. Aunque eso no quiere decir, que sea fácil llevarlo a cabo, quizás, porque estamos demasiado acostumbrados a complicar las cosas. 

¿Qué crees que recogerías si sembrases amor, con del corazón y no con la cabeza? 

Si quieres cambiar algunos de los efectos o de las reacciones que suceden en tu vida. Lo único que tienes que hacer, es cambiar las causas. Cambia lo que siembras, si quieres que la cosecha sea diferente. Porque si quieres recoger tomates, 

¿Para qué plantas zanahorias?
 
Si quieres recoger Amor,

¿Para qué plantas, eso que plantas?

Aprende a Amar con el corazón y recibirás amor de corazón. Porque para que te amen, no es necesario que te comprendan. Ya que amar(te) es aceptar(te), aunque no te comprendan(as). 

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