Para sanar hay que aceptar. Porque si no lo aceptas, lo niegas y cuando lo niegas, te niegas. El rechazo te enfrenta a una lucha contigo. Una lucha en la que el vencedor, es el mismo que el vencido.

¿Puedes vencer y ganar al mismo tiempo?

¿Qué es lo que ganas si vences, y qué es lo que pierdes si te vences?

¡A TI!, ambas preguntas se contestan igual. De ti depende si quieres ganarte o perderte. Esto es, ser tú o dejar de serlo.

La semana pasada, te pedí como deberes, que intentaras rescatar experiencias de referencia de tu pasado, para encontrar correspondencias con las diferentes tipos de heridas y sus disfraces.

¿Las tienes?

¿Ya podrías decir entonces, cuáles son las heridas por las que sufres?

¿Y según tu análisis, tienes una, o más de una herida por curar?

Estas heridas, aunque se empiezan a construir en los primeros años de vida. Siguen un riguroso proceso de formación o creación de la herida, que lo podemos clasificar en diferentes etapas. Estas etapas serían las siguientes:

1. En la primera etapa, es dónde comienza a formarse la herida. Aún no te duele lo suficiente, ya que no se ha formado del todo. Es la etapa donde te permites ser tú mismo, sin filtros. De hecho, no sabes ser de otra forma. No encuentras más opciones, que ser como eres.

2. En la segunda etapa, ya empiezas a encontrar más opciones. La herida, ya te duele lo suficiente. Y las tiritas no te alivian el dolor. Así que descubres, que si dejas de ser tú mismo, para acercarte más, a lo que esperan los demás de ti, la herida, se disimula y parece no doler tanto.

3. En la tercera etapa te resistes al cambio, rechazando todas las opciones, para ser diferente a lo que realmente eres. Es entonces, cuando te enfrentas a tus progenitores. Te rebelas contra ellos y contra tu dolor.

4. Y después de tu rebelión, y de tu rebeldía, la cuarta etapa, te trae la resignación. Es el momento de colocarte el disfraz, con el fin de esconder tu sufrimiento. Dejas de ser tú, para interpretar otro papel diferente. Aprendiste que quizás así, la herida te dolería menos, aunque lo único que consigues vistiendo tu disfraz, es esconder la herida, sin tan si quiera sanarla antes.

No sé si recordarás el ejemplo de la herida abierta e invisible, que explicaba en la primera entrada. La herida se ha vuelto invisible, porque tu la escondiste, bajo tu disfraz. Sin embargo sigue ahí. Los demás pueden tocarla, sin darse cuenta, porque no la ven, y hacerte daño. Así que destapa la herida, o lo que es lo mismo, quítate el disfraz y empieza con su curación. Y es que para sanar, hay que aceptar la herida.

Puedes invertir las etapas del proceso en la formación de las heridas. Es decir:

1. Lo primero que debes hacer es quitarte el disfraz.

2. Lo segundo, deberás luchar contra tu resistencia, porque se volverá a dar. En este caso, no lucharás contra tus progenitores y contra tu dolor, si no contra ti mismo. Al despojarte del disfraz te sentirás desnudo y hace mucho tiempo que no te percibías así. Puede que no te guste del todo lo que ves. Por eso tendrás que (re)aprender a mirarte.

3. Lo tercero, será  aceptar y aprobar lo que ves de ti. Amarte al completo. Entender, que aunque dejaste de ser tu mismo en el pasado, eso no hizo que la herida te doliera menos. Ni si quiera conseguiste que los demás se sintieran mejor. Así que tendrás que aprender a ser tú mismo, de nuevo.

4. Y en la cuarta etapa y la más bonita, tendrás que reencontrarte contigo. Sacarte a bailar, como si fuera la primera vez. Hablarte con dulzura, porque es lo que te mereces, amarte con todo.

Tendrás que «desandar» la escalera hasta que llegues de nuevo a ti. Y cuando llegues, que no se te olvide abrazarte con fuerza, hace mucho tiempo que estabas esperando ese abrazo sanador. Sólo tú podías dártelo y recibirlo. Estás desnudo ante ti, libre y liberado. Agradece el reencuentro. Agradécete, volver a ser tú, contigo.

Y por si aún no sabes cómo «desandar» la escalera. La próxima semana volveré con más ideas, que te ayudarán a ascender, escalón a escalón.

Pero antes me gustaría dejarte un ejercicio para empezar a trabajarte:

Imagina que te invitan a una fiesta de disfraces. Sólo puedes elegir, entre cinco atuendos. Que obviamente, se corresponden con los disfraces de las 5 heridas. Por lo tanto, puedes elegir vestirte de ESCAPISTA, de DEPENDIENTE, de MASOQUISTA, de CONTROLADOR o de RÍGIDO.

¿Qué disfraz elegirías para la fiesta?

Cuando tengas el disfraz elegido. Describe cómo es la ropa o la vestimenta. Sus colores, la forma, si es cómoda de llevar o por el contrario, es difícil de llevar, si llevas algún complemento o accesorio que complete tu look. Imagina y define al detalle, el disfraz elegido.

Es muy posible, que después de lo aprendido no te apetezca, tener que elegir ningún disfraz de los descritos. Sin embargo, ya sabes que para sanar hay que aceptar. No te apures. Es sólo una fiesta. Debajo del disfraz, sigues estando tú, con otra indumentaria. Y durante la fiesta, todos y cada uno de los asistentes, tendrán que despojarse de sus disfraces, para mostrarse tal y como son. Esos disfraces se quedarán en la fiesta. No volverás a tener contacto con ellos.

Ahora tendrás que elegir otro tipo de ropa para vestirte, que te defina a ti, y no a tu herida.

¿Qué sería lo primero que cambiarías de tu antiguo atuendo?

¿Puedes imaginarte cómo te sentirías con una nueva indumentaria, acorde contigo y no con tu pasado?

Y ahora sólo te queda cambiar de atuendo. Se creativo. Piensa que tú disfraz lo dejaste en la fiesta y que te será imposible recuperarlo. Así que tendrás que idear otra manera de vestirte, que te haga sentirte cómodo y que a la vez, hable de ti. Vístete como tú eres, no como lo que intentabas ser.

Y recuerda que para sanar hay que aceptar. Reconoce, identifica, acepta y permítete el cambio. Porque atuendos hay muchos, sólo que tienes que elegir, el que mejor te complemente, para que hable de ti y no de tu herida.

Ya has ascendido el primer peldaño, ahora ya sólo te quedan los cuatro restantes. Aprovecha el impulso y no te quedes ahí.

¡Nos vemos la próxima semana!

Pego vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=W7ZIgM9zn8s&t=9s

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir arriba