Tu aburrimiento es un mecanismo para no hacer contacto. Cuando te aburres a solas o en compañía, es porque no logras conectar con lo que haces, contigo mismo, o con los demás. Algo te lo impide. Muchas veces, damos por hecho que son las situaciones o las conversaciones con los otros, las que nos hacen sentir ese aburrimiento y desconectar. Sin embargo, esas situaciones o las tediosas conversaciones, no son las responsables de mantener tu atención, ya que tu atención, la diriges tú y por tanto, eres el único responsable de atender o no.
¿Cuándo fue la última vez que sentiste aburrimiento?
¿Estabas a solas o en compañía?
¿Qué estabas pensando mientras te aburrías?
Tu atención sólo puede atender a una cosa a la vez. Y si te encuentras manteniendo una conversación con alguien y te aburres, es muy probable que estés atendiendo a otra cosa dentro de tu cabeza. Quizá haya algo que te ronda porque lo tienes pendiente por resolver, o tal vez sea, que mientras el otro habla tú también lo hablas, pero desde dentro y no hacia fuera, a modo de crítica o de juicio, que por lo que sea, no lo quieres compartir con él. De esta manera, es tu diálogo interno el que te hace perder el hilo de la conversación, porque te desconcentras. Dentro de ti, ya estás manteniendo una conversación, y si sigues escuchando lo de fuera, no puedes atenderte a ti y viceversa.
Puede ser también, que sientas aburrimiento al comenzar con una tarea determinada. Y como en los ejemplos anteriores, no es la tarea en si, lo que te causa ese aburrimiento, si no lo que estás pensando mientras tanto. Es cierto, que todas las actividades que tenemos que llevar a cabo en nuestro día a día, no tienen porqué ser de nuestro agrado, pero que no nos guste hacerlas es una cosa, y otra bien distinta, es que nos causen aburrimiento. Si te aburren es porque no quieres hacer contacto con ellas. Porque te enredas en tus pensamientos o diálogos internos, de todo lo que podrías estar haciendo, si no tuvieras que hacer esa labor que te desagrada. En cambio si no pensases en lo que podrías hacer, y te pusieses, sólo a hacer, la tarea sería bastante más llevadera.
Aunque también puedes sentir aburrimiento contigo a solas. No es necesario que haya alguien más para sentirte aburrido. Ni tan siquiera tienes que estar haciendo algo concreto para aburrirte. Si esto te sucede a menudo, que te aburres a solas, contigo, es muy probable, que los asuntos que tengas pendientes, sean en este caso, contigo mismo y que no quieras hacerte cargo de ellos.
No olvides que tu aburrimiento es un mecanismo para no hacer contacto. Y que cuando te sientes estupendamente bien y pleno del todo, es como que no hay cabida para el aburrimiento. Incluso se te escapa el tiempo y te gustaría poder crear más tiempo. En cambio, cuando el aburrimiento se adueña de tu tiempo, eres tú, el que quiere escapar de él.
«La conciencia del tiempo, bajo su forma más pura, es el aburrimiento, es decir la conciencia de un intervalo que nada atraviesa o que nada puede llenar.» (Louis Lavalle)
Cuando el tiempo se te hace largo y tedioso, es porque nada te atraviesa, porque nada hace contacto contigo, ni tú con ello. Y si no encuentras nada que te llene, ni siquiera tú mismo, es porque probablemente, estés lleno ya de cosas, que no te son de utilidad, y tendrás que vaciar, antes de poder llenarte con más. Vaciar los pensamientos, los juicios, las culpas y las preocupaciones, porque no te permiten disfrutar. En el momento en que te hagas consciente, de qué es eso que te hace aburrirte, de tanta repetición, ya haces contacto con ello, y esto provocará que desaparezca tu aburrimiento. Porque habrás conseguido contactar contigo y con tus temas pendientes, para ya más tarde, y si te apetece, hacer algo con ellos, o no.
«El aburrimiento es lo que queda de los pensamientos, cuando las pasiones son eliminadas de ellos.» (Alain)
Nunca he oído a nadie decir que la pasión es aburrida, tal vez intensa, pero no aburrida. Los pensamientos y sobre todo los más recurrentes, sí que pueden serlo, tremendamente aburridos. El pensar mal, puede llegar a ser agotador. La pasión en cambio, aunque nos agote, por su intensidad, siempre es bienvenida. Porque nos estimula, hace contacto con nosotros y nos recarga con más pasión. Vivir la vida con pasión, es justo lo contrario a vivir aburrido y con tedio por todo. Porque con lo que nos apasiona, hacemos contacto, y con lo que no, nos desconecta.
Tu aburrimiento es un mecanismo para no hacer contacto. Pero aunque no te lo parezca, todo en esta vida está concebido para hacer contacto, porque todo está conectado, de algún modo u otro, lo que no siempre nos permitimos conectar. O quizás conectamos con eso que no tenemos que conectar.
Y para hacer contacto, en esos momentos en los que sientas que el aburrimiento te perturba, te propongo tan sólo dos cosas:
1. PRESENCIA: Para que tomes conciencia de eso que te hace sentir aburrimiento. Tendrás que analizar cuáles son los pensamientos o diálogos internos que te hacen desconectar. Una vez detectados, podrás hacer algo nuevo con ellos, o no, permitiéndote así volver a conectar sin tener así que huir del presente y aburrirte.
2. ATENCIÓN: Redirigirla, en el caso de que esté deambulando por ambientes «aburridos». Y hacerte cargo también de ella, para permitirte conectar de nuevo, con la pasión y no con la distracción.
¿Si tu aburrimiento es un mecanismo para no hacer contacto, cuál es entonces, el mecanismo que utilizas para conectar?